MI VIDA- CAPITULO II
Abr/120
(Continua del Capítulo I :Como niño que era me acerqué a la pila de mármol, quise ver dónde no llegaba y me agarré al borde y la pila cayó sobre mí, en la mitad de mi cuerpo… )
¡¡¡Sí!!! Estuve un mes en coma… La pila me había destrozado por dentro, me reventó el estómago, los riñones, el bazo, el intestino, las costillas presionaban mis pulmones, coágulos de sangre por todo mi cuerpo. Durante ese mes que estuve en coma, me tuvieron que operar varias veces a vida o a muerte… Y el médico no daba muchas esperanzas de vida… Fueron 135 puntos los que me dieron en aquel cuerpito de 5 años. Al final, gracias a ese médico que no daba esperanzas, ¡¡¡Desperté!!! Recuerdo que estaba lleno de tubos por todo mi cuerpo y no podía moverme. Fue una gran alegría para mi familia, como os imaginaréis… Tardé unos cuatro meses en recuperarme, meses que pasé allí en el Mediterráneo a cargo de mi tía.
Mis padres volvieron al pueblo, ya que ahora todo iba yendo bien, no podía quedarse sin trabajo. A mis hermanos los metieron al colegio y cuando me recuperé, vinieron, vinieron a por mí y yo también volví al colegio. Ése mismo año, mi madre volvió a quedarse embarazada, esta vez de otra chica. La familia aumentaba y mi padre ya no daba abasto con todo, el dinero volvía a escasear. La gente del pueblo nos seguía ayudando en lo que podía, la ropa de sus hijos que se les quedaba pequeña… La Asociación de Cruz Roja también lo hacía con comida. Para entonces, yo ya iba teniendo demasiada conciencia de las cosas y me iba dando cuenta de que mis padres no nos podían mantener. Cuando iba al colegio con alguna ropa de algún compañero y me decía que era suya, me moría de la vergüenza… Cuando veía y escuchaba a mi madre pedir comida… Cuando ya veía que nuestros juguetes nunca eran nuevos y ninguno de los que teníamos, los había comprado ellos… Ya me daba cuenta de todo… de la pobreza que había en mi familia, y sobre todo, que mi padre hacía lo imposible…
Cuando ya nació mi hermana, mis padres no nos podían mantener y nos pusieron una asistente social. Nos ayudó mucho, se llamaba igual que mi hermana, era de un pueblo cercano. Yo ya empecé a guardar mucho rencor a mis padres, el tiempo pasaba y no entendía cómo seguían llegándome hermanos si ya los que tenían no podía mantenerlos… Yo ya sentía muchas cosas por la situación… como ya he dicho rencor, pena, vergüenza y con solo 8 años y medio.
Un día llegué a casa y estaba otra asistente social hablando con mis padres… era obvio: nos iban a meter a un centro de menores protegidos. Y creo que me atrevo a decir que ése fue el día más duro de mi vida, porque con 9 años yo ya había entendido lo que mis padres no hicieron. ¡¡¡No tengas hijos sino puedes mantenerlos!!! Lo único que pensaba en esos momentos era que eso no eran unos padres… ¿¿¿Qué habíamos hecho mis hermanos y yo para que nos tocaría esa vida??? ¿¿¿Por qué??? Bueno al fin y al cabo… los años en el centro fueron los mejores de mi vida y la de mis hermanos. Teníamos un techo del que no caía agua, unas ventanas que cerraban perfectamente, luz, comida y unos monitores que nos enseñaban a estudiar, a realizar las tareas de la casa, a respetarse, a saber llevar los problemas adelante…
Estoy muy orgulloso de los valores que en aquel centro me enseñaron los directores, psicólogos y monitores que estuvieron con nosotros todo ese tiempo… que fue mucho… nos compraban ropa y nos hacía regalos… Nos dieron la oportunidad de formarnos y de poder hacer una vida. Al pueblo, bajábamos los fines de semana solamente y al centro íbamos entrando por edades, los hermanos mayores y yo estábamos allí y la pequeña se quedó con mis padres, ya que se suponía que podían mantenerse los tres. Pero no duró mucho tiempo su bienestar…
EL TIO LA VARA
Abr/121
Hola amigos y amigas,
Soy un chico de 28 años, mido 1,80, pelo rubio claro y físico del montón.
Quiero contar mi experiencia en la cárcel de Pamplona. Aquí hay mucha gente y hay buena gente que lo pasa mal por motivos adversos. Es un poco duro no estar con tus seres queridos, como en mi caso, que hace días que no veo a mi hija que tiene 1 año y lo paso fatal.
No soy ninguna persona para dar consejos, pero mi consejo es no coger el coche sin carnet porque al final te acaban cogiendo y te ves en un sitio así sin tus amigos y lo más importante, en mi caso, sin mi familia.
Me despido con besos y abrazos para toda esta gente.
El Tío la Vara.
P.D.: Hacer caso de los consejos de vuestros padres que al final son los que quieren lo mejor para vosotros.
MI VIDA- CAPITULO I
Abr/120
Nací en Pamplona el 5 de septiembre de 1982. Desde entonces, mi vida ha sido un caos, menos en las situaciones y fechas que os iré explicando a continuación.
Somos seis hermanos, además de mi madre y mi padre. Estuvimos viviendo en el Mediterráneo varios años, hasta que nació mi hermana y mi madre volvió a quedarse embarazada. Entonces, mi padre se quedó sin trabajo y fue una ida y venida constante de viajes del Mediterráneo al pueblo.
En el pueblo eran donde residían mis abuelos maternos. Mi padre siempre intentó trabajar para sacarnos adelante. Nos quedamos una temporada allí, en casa de la abuela, hasta que nació otro hermano. Mi padre se quedó sin trabajo y las cosas en casa de la abuela se iban complicando cada vez más, porque ya vivían con ella los tres hermanos de mi madre. Ya éramos muchos y lo justo sacaba para comer ellos. Mis padres discutieron con mis abuelos y tuvimos que marcharnos.
Fuimos cerca de unos frailes. Mi padre conocía a un señor que nos iba a dejar una caseta de campo, sin luz ni agua, para vivir hasta que las cosas mejoraran algo. Allí pasamos la primavera y el verano, comíamos gracias a que los frailes nos traían comida (que cultivaban ellos) y lo poco que cultivaba y recogía mi padre de un rincón de la misma huerta. Nos bañábamos en una acequia que pasaba por allí, que iba a parar a un Canal. También cogíamos agua para hacer la comida y lavar la poca ropa que nos iba dando la gente de nuestro pueblo. Así pasamos, hasta que llegó el otoño y luego el invierno.
Entonces, la única luz que teníamos eran unas simples velas, el calor de una estufa casera hecha por mi padre. Mis hermanos y yo dormíamos juntos en una cama en un pequeño cuarto y mis padres en otro.
La caseta no tenía ventanas y mi padre, como pudo, colocó unas tablas y cartones para aislar un poco el frío, pero daba igual… El frío entraba de todas maneras. Así estuvimos malviviendo durante años…
El mismo hombre que nos ayudó, dejándonos esa caseta, volvió a hacerlo, viendo la situación en la que estábamos y ofreció trabajo a mi padre y también una casa en otro pueblo distinto, que debería ir pagando con el dinero que iba ganando. Así que empezamos a vivir en esa casa, aunque no estaba muy bien… Más bien, sin tejado y había que hacerle reforma, lo justo para poder estar bien, pero habría que esperar por ahora. En esta casa tampoco había luz ni calefacción, pero al menos, tenía paredes, ventanas y una puerta que poder cerrar (aunque con una cadena y candado).
Poco a poco, mi padre iba sacando algo de dinero, con el que lo primero que hizo fue poner un contador de luz y una estufa de leña. Para entonces, yo tendría cinco años, mi hermana 3 años y mi hermano dos. Ése año empecé a ir a la escuela de pueblo, las cosas iban mejorando poco a poco… pero no fue mucho más allá.
El siguiente verano fuimos de vacaciones a ver a los abuelos paternos en el Mediterráneo, a tíos, primos… Cuando llegamos, estaban colocando una pila para lavar la ropa, ya sabéis que antiguamente se lavaba así, en pilas de mármol, los que andéis por mi edad y más mayores lo sabréis, ¿verdad? La estaban colocando en la terraza de mi tía, la sujetaron con unos ladrillos, dejando un hueco por debajo y se fueron a buscar cemento, quedándome solo en la terraza. Como niño que era me acerqué a la pila de mármol, quise ver dónde no llegaba y me agarré al borde y la pila cayó sobre mí, en la mitad de mi cuerpo… esa pila podría pesar 200kg. A partir de ahí ya no recuerdo más, hasta que un mes después desperté en el hospital.
EL GATO
Abr/121
Hola,
Soy “El gato”, es la primera vez que escribo, pues me gustaría conoceros. Que sepáis que me gusta ayudar a la gente, también compongo canciones y toco la guitarra y estos versos son parte de una canción que compuse:
… “Estoy triste y sólo desde que tú no estás,
cuando miro tu rostro, eres la niña de mis ojos” …
Ya os iré contando alguna cosica más de mí.
Atentamente, un cordial saludo,
El Gato
PRESENTACION DE ZEUS
Abr/121
No me gustaría que nadie pasara por todo el infierno que estoy pasando. Por ello, os pido que miréis por donde pisáis y que valoréis vuestra libertad y que sepáis, que la libertad es la vida.
Es la primera vez que estoy en prisión, y la verdad es que te das cuenta de todo aquello que hicimos mal, de todo el valor que tiene cada cosa, de todo el sufrimiento de la gente que quieres.
Pronto os escribiré un relato de mi vida para que podáis comprobar la gravedad, y todo lo que he pasado. Pero sólo he aprendido una cosa: la fuerza es lo que te lleva a seguir adelante.
Zeus.

